De vuelta a Surat Thani

El día anterior a dejar la paradisíaca isla de Koh Lanta compré un billete de autobús hacia Surat Thani en la recepción de mi hotel por unos 500 bahts (aproximadamente 13€). El viaje de costa a costa duró unas 4 horas y media y finalmente terminó en la estación de autobuses de Surat Thani a mediodía.

Comencé a caminar y tras unos 15 minutos llegué al Hotel Capsule, donde pasaría una única noche. La peculiaridad de este hotel es que las habitaciones están compuestas de varias cápsulas, es decir, compartimentos individuales cerrados con cama, aire acondicionado y un pequeño escritorio.

Una noche me costó la ridícula cantidad de 70 baht (1,8€ más o menos). Era, sin ninguna duda, el alojamiento más barato hasta la fecha.

Después salí en busca de algún sitio donde comer, sin éxito, ya que pasados unos minutos tuve que preguntarle a unas mujeres si sabían de alguno. Ellas me indicaron una calle muy estrecha de casas en la que jamás habría imaginado encontrar un restaurante.

La mujer que lo llevaba era una señora mayor que había habilitado lo que parecía ser el comedor de su casa poniendo algunas mesas para vender comida.

Es muy común en Tailandia encontrar este tipo de negocios en casas de locales. Basta con poner un menú, unas cuantas sillas y mesas y vender a los clientes deliciosos platos tailandeses.

Con el estómago lleno le pregunté a la mujer que había en Surat Thani para ver y dónde podía comprar un billete hacia Koh Phangan, pero ella no hablaba nada de inglés y mi tailandés seguía siendo muy pobre así que llamó a su nieto, que tampoco hablaba mucho inglés, pero me indicó dónde podía encontrar el puerto donde vendían los tickets.

Surat Thani es una ciudad que carece de una amplia gama de atracciones turísticas por lo que actúa principalmente como enlace a las islas del golfo.

Para llegar al puerto había que atravesar un largo paseo al lado del río Tapee (แม่น้ำตาปี), donde equipos de remo practicaban sus entrenamientos.

Pasado el atardecer, cuando el calor no era tan intenso fui a visitar un mercado nocturno a una media hora a pie del hotel, que se asentaba cerca del puerto.

Era un amplio mercado de comida y ropa, en el que aproveché para disfrutar de unos ricos thai noodles antes de ir a buscar el billete hacia Koh Phangan.

Al preguntar a un hombre que trabajaba allí, me explicó que ya no se podían adquirir allí y me sugirió que fuera a otro sitio que estaba a bastantes kilómetros de distancia.

Finalmente acabé comprándolo por unos 550 baht (14€) en la recepción de mi hotel ya que la diferencia de precio era equivalente a lo que me habría costado el transporte hacia el sitio que me recomendó el hombre y tenía servicio de recogida desde el hotel.

A la mañana siguiente una minivan tuneada con la música a todo volumen me recogió en el hotel para dejarme en el autobús que me llevaría al puerto, con el fin de ponerme rumbo a Koh Phangan (เกาะพะงัน).

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